jueves, 14 de abril de 2011

Sentimiento.

Y es que hay veces que no puedes hablar. La boca se seca, los latidos del corazón se disparan y tú sin decir nada. No me refiero al sentimiento del amor, no voy a gastar tiempo en hablar sobre él. No se lo merece. Me refiero al miedo. Miedo a no ser lo que la gente quiere que seas, miedo a no llegar hasta donde quieres, miedo a decepcionar. Pero ahora mi mayor miedo es que llegue semana santa. Es una época fantástica que a mí personalmente me encanta, pero esta vez será diferente. Igual que siempre pero con un pequeño cambio : habrá que hacer frente al miedo. Miedo de hablar y que me expliquen las cosas claras, porque quizás no las quiera oir. Miedo a que todo lo que tengo en mi cabeza sea cierto y no me quede más que mirar al frente desde otra perspectiva. Miedo a que te vea. Miedo a que te hable.
No sé, el miedo deja de ser miedo cuando se le encara. Pues bien, eso haré. Encararé al miedo para que salga huyendo, para que no vuelva más. 
 Quizás muchas veces nos quedemos palabras en el tintero o cosas sin hacer por miedo. Pero si todas aquellas personas que han luchado por nuestros derechos hubieran silenciado su palabra por miedo... si todas las personas que lucharon el defensa de la mujer hubieran callado.... si todos los que lucharon por la paz no hubieran gritado... Puede que ahora mismo  nos encontremos en un momento de guerra, algo de machismo y agresión a los derechos, pero si no gritamos, ¿ Qué será de nosotros?
NO quiero volver a oírla más. NO a la palabra miedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario